Crítica de Five Nights at Freddy's (2023): reseña y opinión

Las adaptaciones de los videojuegos al lenguaje cinematográfico no ha sido exitosa en la mayoría de los casos. Desde propuestas infumables como DOA: Dead or Alive (2006) y Street Fighter (1994l) hasta intentos nobles pero irregulares como Terror en Silent Hill (2006) y Uncharted (2022), los creadores audiovisuaes todavía no han logrado dar con la clave para que estas historias cobren vida en la gran pantalla de manera orgánica y aporten algo más que un entretenimiento superficial.

Five Nights at Freddy’s se coloca en el segundo grupo de adaptaciones a pesar de las buenas intenciones de Tammi y un arranque potente que construye poco a poco una atmósfera intrigante a medio camino entre una película de terror de los años 80 y una aventura de tono serio-cómico que entretiene a pesar de sus evidentes fallas narrativas. El guion corre a cargo de Cawthon, Tammi y Seth Cuddeback, quiénes intentan trasladar el universo del material original con múltiples guiños y referencias ocultas que harán las delicias de los fanáticos e introducirán a nuevos espectadores a la historia de los muñecos malignos. En sus primeros compases, se aprecia un desarrollo sólido con el personaje de Mike y el vínculo emotivo con su hermana Abby, el motor que impulsa la llegada de Mike a Freddy’s y también hay una exploración efectiva de la niñez del personaje que nos permite entender su comportamiento en el presente. A medida que recorremos el restaurante junto a Mike, los misterios de la trama se cuecen a fuego lento y los animatrónicos poseen un papel preponderante en el devenir de los acontecimientos.

El problema radica en el tercer acto de la cinta, cuando el meollo de la trama es develado y obtenemos algunas respuestas en un clímax absurdo que aglutina varios giros argumentales sin ton ni son y deja las bases asentadas para una secuela donde se pueda seguir explorando la mitología de la historia. Agujeros de guion aparte, un desbalance tonal es el otro problema latente de Five Nights at Freddy’s. Ideada como una película para el público juvenil, la violencia se mantiene en un nivel suave y el gore brilla por su ausencia, dando lugar a un ambiente tan tétrico como festivo que aligera la crueldad inherente a la trama pero también la deja desprovista de vida e impide que genere el mal rollo necesario para sugestionar a los espectadores durante la experiencia.