Crítica de ‘First Cow’ de Kelly Reichardt

Pastos de ambición

Puntuación ⭐⭐⭐⭐✪ (4/5)

First Cow es una mezcla de drama histórico y western, dirigida por Kelly Reichardt; la propia directora lo describió como un “western lírico”. Una adaptación de la novela de Jonathan Raymond “The Half Life”, sobre los primeros hombres que se asentaron en la Estados Unidos, que acababa de nacer. Una película muy naturalista en su principio, que va evolucionando en algo más raudo y violento hacia su parte final. 

Sin partir con muchas pretensiones en su propuesta, First Cow consigue materializar en cada plano, una historia de gran pureza visual. Este largometraje, está  protagonizado por John Magaro, Orion Lee, Ewen Bremner, Jared Kasowski, Dylan Smith y Clayton Nemrow, entre otros. 

La cinta está recibiendo una gran aceptación por parte de la crítica y llevándose numerosos galardones, en cada festival de cine en el que ha estado presente; recientemente ganó el premio a mejor película en el Festival de Cine de Gijón y también por parte del Círculo de Críticos de Nueva York.

Crítica de First Cow 2019

Póster de la película

El primer cuarto de metraje es el que, a mi modo de ver, más llega a impactar visual y sensorialmente en el espectador. Ofrece una estética muy de archivo documental, apoyándose en un formato 4:3, que llega a convencerte desde el comienzo de la misma. No se busca floritura alguna o elementos artificiosos en su dirección, haciendo uso de planos fijos en casi toda tu totalidad. Considero que no es una película para todos, en el sentido de que hay muchos fragmentos de ella, que apenas albergan acción alguna. 

First Cow es una película para volcarte en ella, como si de un “voyeur” te trataras, viendo lo que está pasando desde una cierta lejanía. La historia que presenciamos, tiene lugar a principio del siglo XIX en Oregón. Aquella tierra, está viéndose afectada por las primeras décadas de flujos migratorias hacía América, donde muchos partieron con la finalidad de encontrar algo mejor en el otro charco. Vemos cierta heterogeneidad en aquel poblado que se está gestando y poco a poco construyendo, a medida de que más gente acaba quedándose ahí. 

Este primer punto, ya te muestra cierta intencionalidad de la directora, en plasmar esa variedad de culturas y de nacionalidades que acabaron formando lo que hoy conocemos como Estados Unidos. Un mensaje que viene muy a colación para la ciudadanía estadounidense, tras haber sufrido este último periodo trumpista. Tenemos una pareja protagonista, algo variopinta de primeras cuando les ves compartiendo plano, pero que al final acaba siendo uno de los puntos fuertes del film.  

Variopinta en el sentido de que son dos actores muy distintos entre sí, y que ya de por si no se les había visto haciendo películas tan independientes como esta. John Magaro, Orion Lee y Ewen Bremner congenian en la ficción espectacularmente, construyendo una amistad muy enternecedora a lo largo del film. Dos personas que acaban de llegar a esa región estadounidense, donde su única motivación es la de sobrevivir con cierta dignidad.

Trailer: Crítica de First Cow 2019

Lo que vemos es una auténtica revolución rural que se llega a ocasionar con la llegada de la primera vaca a la región. Será un sustento ganadero para aquellos que puedan verse beneficiados por su adquisición. La directora intenta que miremos desde cerca, a cuáles fueron los hechos que desencadenaron los avances sociales, en lo que se refiere al bienestar del país.  La dependencia y lo crucial que llegaba a ser para la gente de aquella época poseer una vaca, es algo que vemos obviamente como algo muy ajeno a nuestros días; aunque la situación, no ha cambiado mucho, si nos ponemos a mirar en profundidad.

Esa dependencia de los recursos naturales, se sigue viendo en la actualidad con recursos como el petróleo o el gas.  No solo son recursos que mejoran el bienestar de las personas. Sino también de los que pueden sacar un beneficio económico de ellos. Es lo que vemos aquí con la leche y cómo del ganarse la vida dignamente, se pasa a propósitos más ambiciosos a medida que va transcurriendo el metraje. Me recuerda en su propuesta inicial a Pozos de Ambición de Paul Thomas Anderson, precisamente por esa ceguera que suscita, a veces, los negocios teóricamente rentables; que no se me malinterprete en mi comparación, simplemente he visto un punto de conexión interesante entre ambas propuestas, pese a que por lo demás sean totalmente diferentes. Este elemento argumental me parece realmente atrayente y que se sabe plasmar muy bien en el largometraje. 

No obstante, hay cosas con respecto al guion que no me llegan a convencer del todo. Considero que la trama hace ascuas en el tramo final, optando por un desenlace fácil y previsible, que no sorprende en absoluto al espectador. A su vez, me parece que el arco narrativo entre los dos protagonistas no acaba por cerrarse, lo que me llega a dejar algo insatisfecho como espectador. Sin embargo, First Cow es una propuesta de cine independiente muy interesante y que tiene muchas virtudes, a las que agarrarse. Una cinta en la que la estética esta cuidada al milímetro, sin llegar hacer uso de ningún tipo de artificio o de filtro. Un largometraje al que habrá que tener muy en consideración, para las próximas citas cinéfilas que nos deparara este próximo 2021.

 
Por Dani Jiménez

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