Crítica de ‘Fallen Angels’ de Wong Kar-wai: opiniones de la película
Aferrados a la perdición
Puntuación (5/5)
Fallen Angels es un drama experimental, escrito, dirigido y producido por el grandioso cineasta hongkonés, Wong Kar-wai. Recientemente, se ha reestrenado en cines muchas de las obras del director, que han sido restauradas en 4K; un proceso que les llevó alrededor de cinco años realizar al director y a su equipo. Entre las joyas restauradas, se encuentra Fallen Angels de 1995; un retrato tremendamente poético sobre el desamor y la perdición que a veces trae consigo.
La película nos muestra historias paralelas, que acaban cruzándose las unas con las otras. La película está protagonizada por Leon Lai, Michelle Reis, Takeshi Kaneshiro, Charlie Yeung, Karen Mok, Fai-Hung Chan o Man-Lei Chan, entre muchos otros. A pesar de no ser una obra tan reconocida de la filmografía del cineasta asiático, Fallen Angels es una clase maestra de cine en si misma; una genialidad al alcance de pocos o siendo del todo sinceros, solo en las de Wong Kar-wai.
Trayendo de vuelta el espíritu de la Nouvelle Vague, Wong Kar-Wai nos ofrece un largometraje de cine independiente, haciendo uso de lentes de gran angular y de la cámara en mano.
Póster de la película
Esto dota a la película de mucho dinamismo, aunque como pasa en otras películas del director hongkonés, hay ciertos planos que se ralentizan; brindando a la audiencia por un lado cierta poética visual, y por otro lado de un montaje mucho más equilibrado en su forma. Volviendo a lo referido a la trama de Fallen Angels, seguimos la pista de un sicario, la socia de este y un heladero mudo. En el primer tramo del largometraje, llegamos a presenciar muchas escenas de acción violentas, ya sean de forma física o emocional, que sumergen al espectador en los bajos fondos de una gran metrópolis asiática; la decadencia y la deshumanización son elementos clave, que el director sabe plasmar brillantemente en lo referido a la puesta escena.
Kar-wai hace uso de muchos planos aberrantes para acentuar esa realidad decadente, teniendo la cámara prácticamente torcida en la gran mayoría de planos; en ese sentido y como siempre pasa en el universo de Won Kar-wai, el lugar donde transcurre la historia es otro personaje más. Hay un constante conflicto que se ve desencadenado tanto internamente como externamente por parte de los protagonistas hacia el entorno que los rodea. Los planos aberrantes, también sirven para mostrar al espectador la visión particular que tienen los personajes, de sus respectivas realidades.
Esto viene acompañado de otros aspectos técnicos, que constituyen una visión muy marcada y estilizada de los protagonistas. Por ejemplo, la iluminación con luces de neón saturadas, hacen que el espectador se vea absorbido por la noche de Hong-Kong y sus excesos. La deshumanización que antes he mencionado, es algo que comparten todos los personajes en un primer momento, que da paso a una fuerte catarsis violenta por su parte.
Trailer: crítica de Fallen Angels 1995
Esto solo es en un primer momento, porque a raíz de ese estallido que están constantemente buscando, se produce un quebranto emocional en cada uno de ellos. Los protagonistas se ven asolados por el vacío existencial del que intentan huir, haciendo que la ausencia se llene principalmente por la violencia y los excesos. Sin embargo, esta violencia que precede a la perdición de cada personaje, es la parte más frívola del film; un aspecto que muchos críticos entendieron erróneamente en su día, catalogando a la película de ser una cinta llena de violencia sin sentido. Fallen Angels es ante todo una película que nos habla del desamor y de la relación que guardamos cada uno con nuestro propio pasado. Cada personaje huye de una persona no correspondida, exceptuando el personaje de He Zhiwu; un amor que pese a tener un idilio romántico con una peculiar chica, no es aquel que constituye la piedra angular del personaje.
En el caso de él, vemos un retrato paterno-filial que tiene sus altos y bajos; pero que aun así, acaba siendo una de las historias más enternecedoras del film. Entre las diferentes historias que vamos viendo, puede que la que ocupa mayor importancia en el transcurso del film, sea la del sicario y su socia. Una relación turbulenta y muy complicada, en la que esta mujer acaba completamente enamorada por este hombre con el que trabaja. En cambio él, es una persona narcisista y que si de alguien se ha enamorado en su vida, ha sido de él mismo. No hay más que ver la escena del bar, en la que el director jugando con las perspectivas del encuadre, consigue poner a este hombre delante de su mismo reflejo; puede que el plano más narcisista, que se haya visto en pantalla.
En definitiva, Fallen Angels es un autentica obra maestra de Wong Kar-wai. Una cinta que muestra ciertos elementos, que años más tarde veríamos en la grandiosa Deseando amar (2000); película de la que tenemos también crítica, en Historia del Cine. Fallen Angels es ante todo, un ejercicio cinematográfico audaz y magistral, que retrata de manera poética el desamor y la perdición individual que a veces lo acompaña. Una obra maestra que ningún cinéfilo se puede perder, por nada en el mundo.