Crítica de Estertor (2022): reseña y opinión de la película
“El último suspiro de un monstruo varado”
Puntuación ✪✪ (3,5/5)
Crítica de Jon Sánchez Molina (JonSanRW0)
La palabra «estertor» se refiere a la respiración agónica, ronca, silbante y enferma de una persona. Título perfecto para la segunda película de Juan Pablo Basovih Marinaro y Sofía Jallinsky tras Palestra (2021). Estertor es una comedia negrísima sobre un genocida de la última dictadura militar argentina con alzhéimer avanzado. Arrestado en su casa y siendo atendido por un variopinto grupo de sanitarios que deben asearlo, darle de comer, cuidarlo… sufre una tortura sistemática generada por el aburrimiento y el divertimento sádico de la gente de debe asistirle y sus responsables, todo a ojos de una joven embarazada recién llegada al lugar.
Esto crea una situación observacional, donde el motor de la historia son unas acciones deleznables a cualquier ojo, que se modifican al saber quién es el receptor de dichos abusos. Su mirada política y social consigue mantener un diálogo con las imágenes, encontrando su lugar en el constante distanciamiento de las acciones, no juzgando pero sí observando las dinámicas de poder en el piso, que por momentos se vuelve una jaula o un purgatorio.
Las constantes vejaciones, insultos o provocaciones y actos sexuales que se mantienen en el lugar vienen precedidos de un morbo desorbitado por el simple hecho de tener un monstruo al otro lado de la pared, la casa se muestra como sala de tortura, un lugar pequeño y de un puñado de estancias que siempre se enfocan oprimiendo a los personajes contra sus paredes o esquinas.
Cartel de la película
Una de las cuestiones más interesantes que desarrolla la segunda película de Basovih Marinaro y Jallinsky remite a su propio mecanismo social y político, a cómo se normaliza la anomalía, como la barbarie se vuelve habitual hasta dejarla en segundo plano, hasta llegar así al colapso total. No deja de indagar en las acciones y decisiones que llevan al fin de lo que conocemos, al cambio total de paradigma que aquí es en pequeña escala, pero que resulta fácil de transferir a nuestra cultura y sociedad.
Nos acostumbramos a una crueldad desmedida, a que la imagen sea siempre más liviana que la realidad, y esto me lleva a un pensamiento: ¿Es ético y moralmente aceptable tratar con extrema crueldad a quien ha sido un monstruo cruel con los demás? La crueldad aquí es el núcleo de su discurso, los personajes brillan por la ausencia de profundidad dramática, no conocemos quienes son fuera de esas paredes, pero ahí prácticamente todos se aprovechan del enfermo y lo humillan, lo visten y maquillan, lo utilizan como tablero del juego del cuchillo u objeto de excitación.
Es difícil hablar de una “crueldad justificada”, pero aquí sirve de dispositivo certero para mostrar el nacimiento del fascismo desde los propios microfascismos, la forma repulsiva e incómoda de mostrarlos se junta con la extrema naturalidad con la que se perpetran, y esto hace que no podamos dejar de verlos.
Tráiler de Estertor (2022)
Dentro de esa casa nuestra referencia pasiva debería de ser la nueva joven embarazada, aunque tengo dudas sobre su implicación. Ella se ve frágil, algo paradita y ensimismada, pero mucho más afectada por lo que fue y es quien cuida, que por lo que le hacen. Se siente violentada por la gente que le rodea y no por sus actos, algo que sirve para destacar la capacidad de los directores de generar situaciones tensas e incómodas, no solo a través del diálogo, sino en el montaje y la puesta en escena.
Está claro que los directores buscan una vuelta de más en su propuesta, lo perturbador no es gratuito pues busca llegar más allá, a convertirse en algo que se pueda enquistar en el espectador, les cuesta mucho salir del dinamismo que ellos mismos han instaurado en esa rutina, las relaciones entre personajes son burdas e insignificantes por momentos, aunque consigue elevarse cuando aparece el nieto del genocida y su voluntad –que recuerda al carácter del enfermo postrado– choca directamente con el falso liderazgo de los asistentes. Me parece muy interesante como la crueldad pasa de una mano a otra, como se difumina la barrera de la propia monstruosidad de la gente y se conectan entre sí. Es un hábil intento de discernir cuál puede ser el origen del mal, y cómo puede llegar a aflorar hasta ser normalizado.
Lástima que al final se ahogue un poco en su juego de roles y no sepa cómo cerrar adecuadamente el camino de espinas recorrido, tropezando con el desenlace. En cualquier caso, es una película que llega, como muchas otras, en un momento perfecto para pensar en lo que está pasando en nuestra sociedad, donde la monstruosidad no hace más que crecer y hacerse fuerte sin esconderse en ningún momento.
Ficha técnica:
Estertor (2022)
- Argentina
- Duración 90 min.
- Dirección: Sofía Jallinsky, Basovih Marinaro
- Guion: Basovih Marinaro
- Música: Jonny Greenwood
- Dirección de fotografía: Nahuel Salgueiro
- Productora: Palestra Films
- Género: Comedia