Crítica de El paraíso (2023): reseña y opinión de la película
“Un daguerreotype d’amour”
Puntuación ½✪ (3,5/5)
Crítica de Andrea M. Astola (@mariliendre_)
En una habitación a oscuras, a través de un pequeño agujero por el que pasa un fino hilo de luz, se proyecta sobre la pared la imagen invertida del paisaje exterior. Así es como funciona la cámara oscura, tal y como Joe y William ven juntos ese mundo de allá afuera del que se les priva; tan solo la imagen distorsionada que le permiten ver desde su marginada estancia.
El Paraíso (2023) narra la historia de Joe y William, dos jóvenes que se conocen en un correccional de menores, en los márgenes sociales en los que han sido recluidos desde niños por su estatus social y etnia, allí donde se han forjado sus identidades como personas y como hombres. Es en esos mismos márgenes en los que florecen sus nuevos y diferentes deseos; flores que aprenden a crecer con solo un fino hilo de luz que se cuela a través de un agujero en la pared, ojos que aprenden a ver en la oscuridad.
Allí es donde se aloja todo aquello que supone un peligro o una inseguridad social. Lo desviado, lo sexual, lo improductivo. Es precisamente en el cine donde estos márgenes encuentran una voz, en cineastas como Kenneth Anger, Gregg Araki, Jean Genet, y en un futuro muy cercano Zeno Graton, director novel de la cinta, y muchos otros que he podido ver debutar en el Lesgaicinemad, festival donde tuve el placer de visionar El Paraíso (Le paradis) y que lleva a cabo precisamente esta importante labor.

Póster de la cinta
En palabras de Jonas Mekas:
Las obras de arte están por encima de la obscenidad y la pornografía –o, más correctamente por encima de lo que la policía entiende por obscenidad y pornografía-. El arte existe en un plano espiritual, estético y moral más elevado.
Constreñidos en esos márgenes, donde la falta de espacio casi hace obligatorio el roce piel con piel, los encuadres fragmentados de los cuerpos retratan un intimismo fresco, tanto como el del primer amor. Un primer amor que queda capturado como la imagen de un daguerrotipo en una placa de cobre, que hace uso del calor para mostrarse de manera latente. Un primer amor que queda tatuado de forma permanente.
Tráiler de El Paraíso (2023)
En este juego de luz y permanencia, la historia de amor entre Joe y William no es solo su historia de amor, sino que es el retrato del amor homosexual históricamente arrinconado. Asimismo, tal y como en 2023 Joe y William anhelaban al exterior a través de una mirilla, en 1950, en Chant d’amour de Jean Genet, a través de esa misma mirilla vemos el único beso que comparten los prisioneros, esa luz invertida que ven Joe y William proyectada en la pared. Una libertad que no les espera fuera, sino allí mismo, dentro.

Y asimismo como los dos prisioneros comparten el humo de un cigarrillo a través de un mísero agujero en la pared que conecta las dos celdas, una nimia excepción en aquello que los separa, Joe y William comparten fuego, y es el fuego lo que acaba liberándoles, permitiéndoles estar juntos en un paraíso propio y recluso, distinto al del resto de mortales.
Ficha técnica:
Le paradis (2023)
- Bélgica
- Duración 88 min.
- Dirección: Zeno Graton
- Guion: Clara Bourreau, Zeno Graton
- Música: Bachar Mar-Khalifé
- Dirección de fotografía: Olivier Boonjing
- Productora: Coproducción Bélgica-Francia; Menuetto Film, Silex Films, Tarantula. Distribuidora: Rézo Films
- Género: Drama