Crítica de El color púrpura (2023): reseña y opinión de la película
Puntuación ✪ (4/5)
Crítica de Cristian Pestana (@cjpestanaalves)
El Color Púrpura es una película dirigida por Blitz Bazawule, cineasta y cantante ghanés conocido por su larga trayectoria en la industria musical como rapero. Su debut cinematográfico llegó en 2018 con la cinta El Entierro de Kojo, una historia cargada de reflexiones sobre la cultura africana y el sentido de pertenencia que obtuvo buenos comentarios por parte de la crítica especializada y apuntó a Bazawule como un talento prometedor al que seguirle la pista.
En 2020 llegó Black is King, cinta musical que funcionó como acompañante visual del álbum Lion King: The Gift de la cantante Beyoncé. Elogiado por su estilo visual inmersivo y concepto distintivo que mezcló la estructura narrativa de la cinta El Rey León con reflexiones sobre la diáspora africana y el regreso a las raíces originarias. Un poema audiovisual de gran calado entre crítica y espectadores que cosechó un reconocimiento notable en su paso por la plataforma de Disney+.
Ahora llega el turno de hablar sobre El Color Púrpura, la segunda adaptación cinematográfica de la popular novela escrita por Alice Walker, luego de la aclamada cinta de 1985 dirigida por Steven Spielberg, la cual obtuvo once nominaciones en los Premios Oscar, incluyendo las categorías de Mejor Película y Mejor Director.
Cartel de la cinta
El éxito de esta producción fue el punto de partida para la creación de una obra musical en Broadway, que también gozó de un cálido recibimiento y dio paso a la nueva versión cinematográfica que nos ocupa. ¿Este proyecto funciona o es una adaptación innecesaria?
En 1909, Celie, una chica negra americana, es entregada en matrimonio por su maltratador padre a un granjero local, Albert, que la trata con crueldad. Celie es temerosa de Dios y la liberación llega en forma de una cantante de jazz que la lleva a otra ciudad lejos de su miseria. Adaptación de la novela de Alice Walker sobre las luchas de toda la vida de una mujer afroamericana a principios del siglo XX.
Una oda a la resiliencia y la búsqueda de la libertad, El Color Púrpura es una de esas historias atemporales que hacen eco en la actualidad gracias a sus mensajes positivos y alcance universal. En esta ocasión, nos encontramos ante una cinta fiel a su contraparte literaria, con algunos cambios a la hora de agregar toques contemporáneos para atraer a una nueva generación de espectadores, además de los números musicales que le añaden dinamismo a la propuesta y contribuyen a suavizar la fuerte carga dramática que impregna la narrativa.
Una de las principales razones de peso para ver El Color Púrpura es su sensacional reparto coral en el que sobresalen las actrices Danielle Brooks y Taraji P. Henson en los roles de Sofia y la cantante Shug Avery, respectivamente. Por un lado, Brooks recoge el testigo de Oprah Winfrey para interpretar a una mujer vivaz y aguerrida que se ve afectada por el racismo imperante en Georgia y posee un arco dramático complejo, además de una voz excepcional que luce en los números musicales. Por lo tanto, su nominación en los Premios Oscar está más que merecida.
Tráiler de El color púrpura (2023)
En el caso de Henson, asistimos a otra muestra de desparpajo y fiereza por parte de la actriz norteamericana en una actuación que encandila a los espectadores desde su primera aparición en pantalla y aporta diversión a la historia. El actor Colman Domingo también destaca como Mister, el antagonista principal de la historia. Una presencia intimidante y buenos diálogos son sus mejores bazas para adentrarse en la piel de este personaje, aunque en algunos momentos se nota un poco sobreactuado.
Menos efectiva resulta la actriz y cantante Fantasia Barrino en su debut cinematográfico como Celie, el personaje protagónico de la producción. Aunque se aprecia un gran esfuerzo de su parte para entregar una buena interpretación y en el apartado musical es sobresaliente, no logra transmitir el bagaje emotivo necesario para conectar con los espectadores. Mejor librada sale la actriz Phylicia Pearl Mpasi como la versión joven de Celie, mientras que la actriz Halle Bailey sigue demostrando su talento en el personaje de Nettie con una interpretación dulce y carismática.
El apartado técnico de El Color Púrpura es sofisticado y cuenta con algunas contribuciones de altura. El diseño de producción nos transporta a Georgia en la década desde 1909 hasta 1947 con especial atención al detalle y una fiel representación de los paisajes rurales y las granjas de la época, todo engrandecido a través de la hermosa fotografía de Dan Laustsen que le saca partido a todas las locaciones y consigue secuencias de una belleza poética sin igual, ya sea la llegada de misioneros a una playa africana o el gran número de musical de Shug en un bar pintoresco, todo acompañado de una explosión de color que es un deleite para los sentidos. El vestuario es una celebración de la cultura afroamericana con diseños que combinan opulencia y carácter étnico, frente a otros más arriesgados y sensuales como es el caso de los vestidos que usa Shug. El maquillaje acentúa los diferentes cambios en los personajes, ya sea producto del paso del tiempo o de otra índole.
Pero el elemento que brilla con fuerza es la música, donde encontramos una banda sonora original compuesta por Kris Bowers que potencia la vena sentimental de la historia y el soundtrack integrado por gran parte de las canciones creadas para el musical, además del tema «Miss Celie’s Blues» de la versión de Spielberg y la inclusión de «Keep It Movin«, una canción original interpretada por Halle Bailey y Pearl Mpasi que da lugar a una de las mejores escenas de la película, gracias a su vena lúdica y la excelente interpretación vocal de las actrices. La puesta en escena de los diferentes números musicales generalmente es un éxito con mención especial a la mencionada «Keep It Movin«, «Hell No» y «Push Da Button«.
El guion escrito por Marcus Gardley adapta el material original con un enfoque importante en temas como la resiliencia, la búsqueda de la identidad y el perdón, siendo fiel a la estructura de su contraparte literaria pero aportando un sentido contemporáneo en su tratamiento argumental y haciendo énfasis en el desarrollo de personajes a través de la música, lo que supone una fortaleza y una debilidad, ya que cuesta adentrarse en el trasfondo dramático a primera instancia, pero a la vez agiliza el ritmo de la narración.
Una vez superado el primer tramo de la historia, las piezas comienzan a encajar y nos encontramos ante una experiencia absorbente que ofrece distintas lecturas sociales y una buena dosis de entretenimiento vernáculo. Las desventuras de Celie se suceden en un torbellino de miseria, esperanza y revelaciones cruciales que culminan en un paso firme hacia la libertad y la autonomía dentro de un tercer acto que ata los destinos de los personajes en una conclusión optimista y festiva. Su mayor logro luego de su tímido arranque.
En conclusión, El Color Púrpura es una adaptación sólida que contiene un excelente reparto, momentos emotivos y un apartado musical deslumbrante. No logra superar a la cinta de 1985 pero tiene un toque especial que la convierte en una experiencia agradable para ver en la gran pantalla.
Ficha técnica:
The Color Purple (2023)
- Estados Unidos
- Duración 141 min.
- Dirección: Sam Blitz Bazawule
- Guion: Marcus Gardley. Novela: Alice Walker. Musical: Marsha Norman
- Música: Kris Bowers
- Dirección de fotografía: Dan Laustsen
- Productora: Amblin Entertainment, Harpo Films, Quincy Jones Productions, Warner Bros., Scott Sanders Productions. Distribuidora: Warner Bros
- Género: Musical, Drama
EL COLOR PÚRPURA
El título de la película es homónimo del de la novela en que se basa, obra de Alice Walker publicada en1982 y ganadora del Pulitzer en 1983- la primera mujer negra que obtuvo el premio-. La novela sirvió de base al guion para la realización de la versión en pantalla de Steven Spielberg en 1985, con el mismo título, con 11 nominaciones al premio Óscar y ninguna consecución . Fue desplazada en los premios por “La reina de África” con Redford. El tema argumental de esta “El color púrpura” narra las consecuencias de la Guerra de Secesión Americana: el ambiente esclavista, el racismo, la ley seca, las misiones de Iglesias desplazadas a África, utilización del colonialismo , melodrama que sorprende… Cierto paralelismo con la obra de Faulkner…Es momento, el actual, oportuno para efectos del M –Too y se aprovecha.
En este momento del cine en que se está volviendo a tomar los clásicos que cautivaron a aquel público para un pase por taquilla que ni los más calurosos fans de entonces aceptan ahora, pues volvemos a revisitar este clásico de Spielberg “El color púrpura”. También ha sido la oportunidad de volver al coro de las vindicaciones, más cacareado que sentido, del término feminismo, y del feminismo negro.
La actual revisión presenta una virguería en el uso de la luz y el color; más sobresaliente en las calificaciones a las coreografías de bailes y canciones. Pero es un musical negro que requiere un oído preparado para distinguir y apreciar los tipos de góspel, blues, soul, regae,… Si eres amante del musical, vete ya a verla; si no te sientes… te enfrentas a las culturas de cosificación de la mujer de otros tiempos en otros lugares y ambientes… y, a veces, te puedes aburrir.
Machismo, racismo, esclavismo con el acercamiento a la nueva ola de perdón y reconciliación. Violaciónes, incesto, violencia… ¿Crear una nueva memoria histórica? Recordando una versión musical pasada, pasa; recordando el melodrama caricaturesco llegando a la mesa redonda colectiva final, sorprende. Blitz Bazawule, su realizador, es para recordar.