Crítica de ‘Crock of Gold: A Few Rounds with Shane MacGowan’ (2020)

Crítica de ‘Crock of Gold: A Few Rounds with Shane MacGowan’

El Bukowski irlandés

Puntuación ⭐⭐⭐⭐✪ (4/5)

Crock of Gold es el nuevo documental-biográfico de la vida y obra del líder de la banda irlandesa The Poghes, Shane MacGowan. El documental está dirigido por el director británico Julien Temple, a la vez que producida por el gran Johnny Depp. Un largometraje que mezcla animación con testimonios del propio Shane MacGowan, y de otros artistas y familiares. 

La vida de este ídolo irlandés llega a causar mayor fascinación, a medida que va transcurriendo la cinta. Una vida fascinante que debía ser contada; algo que se debe en gran parte, a causa de Johnny Depp. Los documentales de este tipo, donde nos sumergimos en la figura de un ídolo, pueden llegar a ser muy repetitivos en sus formas de narras sus historias. Pese a que estés contando la vida y obra de Paul McCartney, si lo haces de una manera equivocada, acabarás aburriendo hasta al fan más acérrimo. 

Esto no pasa con este documental, en parte porque tanto el director como el productor, son amigos íntimos de Shane MacGowan; por tanto, saben de su persona y como encarar de mejor manera un relato acerca de su vida. Sin duda es algo que se ha conseguido con creces, ya que vemos a la persona detrás del músico excéntrico, que siempre parece estar borracho.

critica de Crock of Gold: A Few Rounds with Shane MacGowan

Póster de la película

Se hace uso de la animación, para relatar pasajes concretos de su vida. Como la infancia que Shane tuvo en Irlanda, y la relación que tenía hacía sus padres. Poco a poco y gracias a un fantástico archivo bibliográfico, vamos sabiendo más de uno de los grandes precursores del irish-punk. Alguien con una sensibilidad muy particular, que sigue considerado en la actualidad como uno de los mayores poetas de la música moderna. 

Todo ello sin perder su esencia como hombre irlandés de origen humilde; lo que hizo, que muchos le compararan con Bukowski. Se le comparaba con Bukoski, por su lenguaje a veces tan de calle, que utilizaba en sus canciones. Era alguien que tenía una gran capacidad de expresarse a través del arte, pero de un modo corriente. Shane MacGowan nunca llegó a ir a la escuela, pero llego a culturizarse por su cuenta, leyendo libros de James Joyce o Thomas Moore

Era alguien que hablaba de un modo coloquial a su público, sin pretender ser algo más de lo que era. Los momentos musicales llegan hacer de la cinta, una obra muy electrizante y entretenida; en donde como espectador, no puedes parar de tararear melodías que acabas de escuchar por primera vez. Los testimonios que llegamos a visualizar, no son los típicos que solemos ver en obras de este estilo; son testimonios más bien de sobremesa entre amigos, que otra cosa.

Crítica de Crock of Gold 2020

No es un documental que se enfoque únicamente en el artista, también se abordan temas relacionados con el IRA o sobre las raíces de la música irlandesa. Vemos en el documental como estas dos facetas, la social y artística, marcaron el estilo de Shane de por vida. Fue un precursor de un estilo que prácticamente lo inventó él, donde mezclaba las melodías típicas irlandesas, con el punk-rock que estaba surgiendo en los años 70 en Reino Unido. El surgimiento de The Poghes, puso en la recamara de nuevo a la música procedente de Irlanda, que por aquel entonces estaba sufriendo cierta marginación musical.

Aunque si algo hace de este documental una de las mayores sorpresas de esta edición del Festival de Cine de San Sebastián, es como él se reafirma en lo que es y no en lo que la gente cree que es. Un hombre que ha vivido una vida plena, a pesar de haber estado borracho y drogado durante más de media vida. Al ser un hombre que abusó del alcohol, nos vemos en el derecho de juzgarle y decirle como tiene que vivir su propia vida; algo que es totalmente estúpido, si te pones a pensar. Como él dice en un momento de la cinta “Espero que la gente sepa reconocer sus errores, a través de los míos”.

Porque siendo sinceros, ¿Quién lleva una vida totalmente modélica y sana? Y sobre todo ¿Por qué elegir tener una vida tan aburrida, cuando podrías disfrutar de los placeres de la vida? Como decía el gran Joaquín Sabina en su canción Pastillas para no soñarSi lo que quieres es vivir cien años, no pruebes los licores de la vida”. 

En definitiva, un gran documental que hará que muchos conozcan y se fascinen instantáneamente, de este artista tan especial. Si te gusta la música irlandesa o el punk-rock de los 70, este es tu documental para pasar un buen rato.

 
Por Dani Jiménez

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