Crítica de Como Dios manda (2023): reseña y opinión de la película
Un Rancius en Igualdad
Puntuación 
✪✪✪✪ (1/5)
Crítica de PJ Martínez
Como Dios manda es otra entrada más dentro de la comedia rancia, en este caso una ópera prima simple sobre un hombre cuadrado tratando de adaptarse a los nuevos tiempos con mucho chiste desfasado
Para clausurar la 26º edición del Festival de Málaga se ha estrenado Como Dios manda, ópera prima en la dirección de la directora malagueña Paz Jiménez, protagonizada por Leo Harlem y que supone otra entrada más en la filmografía del actor que parece haberse especializado en comedias rancias.
Esta película se centra en las desventuras de Andrés Cuadrado, un estricto funcionario de Hacienda regio que es el tópico clásico de facha: Católico, tradicionalista, machista, racista, tránsfobo y un inepto para las tareas del hogar. A raíz de una discusión con una compañera, es enviado a Igualdad, donde tiene roces con todo el mundo nada más llegar y donde deberá adaptarse a este nuevo mundo si quiere volver a Hacienda.
Una comedia rancia que podría cambiarse dos términos tendría la sensación de haberse hecho en 1994 o incluso antes. Todo el humor se basa en chistes cutres del choque entre Andrés y sus compañeros, ya sea sobre las novedades del mundo moderno, como una reunión online; la política, como el reciclaje, incluso que unos de los gags simplemente sea que venga una pareja homosexual y el protagonista la putee.
Cartel de la cinta
Como Dios manda no está pensada para las generaciones más jóvenes, porque está claro que su público es más mayor. Pero es que más bien es una burla alargada en el tiempo de los principios y luchas de colectivos que supuestamente trata de defender frente a los azotes reaccionarios que encarna Andrés.
Otro tema discordante es que dice que se está inspirada en una historia real; algo que ya simplemente por la colaboración entre ministerios sería difícil, y más con este personaje que prácticamente por obra y milagro de la trama se mantiene en el puesto, cometiendo faltas que una oficina medio, sería de despido inmediato. Aunque todos los chistes se centran en los progres y en definitiva el mundo moderno, otro colectivo que también es dardo de los chistes son los funcionarios, en este caso con el mismo material que un monólogo del Club de la Comedia de hace quince años.
Sobre todo, hacen alusión a que los funcionarios son muy vagos, con un compañero que encadena lesión tras lesión, o la compañera con la que discute Andrés al principio, que siempre se escaquea y en verdad el protagonista tenía razón, pero sus formas le hicieron perder. En resumen, hay que renovar material.
Tráiler de Como Dios manda (2023)
La subtrama principal, el arco de redención del protagonista es la aceptación de su hijo trans y cómo pasa de facha reaccionario a cuñado. Por otro lado, hay dos subtramas más pequeñas a raíz de su trabajo en Igualdad, que sirven de simple complemento moral para dar la sensación de “cambio” en el personaje, que al final de la película prácticamente sigue siendo el mismo, solo que viste de manera más casual, en definitiva, todo cambia para que nada cambie.
Y es que este tipo de comedia, que parece que ya los guiones lo firma una máquina que recicla material que se remonta a Mariano Ozores, son un tipo de comedia muerta que tristemente sigue y seguirá en pie dentro de la cinematografía española. Como españoles miramos con horror que este tipo de películas llene salas y nos fustigamos con la mala calidad del cine español como si esto fuera lo único que se hace en España, pero seguramente si miramos a otros países, sin ir más lejos a Francia con un estreno reciente como lo es Champagne! (2022), tenemos lo mismo pero en otro idioma; porque la ranciedad es universal y rentable.
Esto viene siendo el humor del Rancius, el personaje de Quequé en La Vida Moderna pero sin ironía, cuñadez pura y dura, con chistes como el cameo del tiktoker, el cual está lleno de tópicos. Un tipo de humor que como un camaleón, se adapta a cada época cogiendo dos temas candentes y triturándolos para que salga la misma película de siempre. El reparto es una combinación extraña entre personajes de Vaya Semanita y Allí abajo, con presencia andaluza pero no mucha. El montaje es simple, con cortinillas, dos planos partidos o transiciones con planos con dron de Málaga y musiquita alegre, algo que no está mal, aunque chirría. Por ejemplo, tras una escena en el que el protagonista se da cuenta de que a una mujer la maltratan meten este tipo de transición que contradice totalmente al tono de la escena anterior.
Por lo que tengo que decir, que Como Dios manda es una película nefasta que no merece ser vista y con la que uno se puede llegar a reír un minuto, pero se pasará veinte minutos incómodo, intentando ver si acaba ya esta tortura.
Ficha técnica:
Como Dios manda (2023)
- España
- Duración: 99 minutos
- Dirección: Paz Jiménez
- Guion: Marta Sánchez
- Música: Miguel Rivera
- Dirección de fotografía: Eva Díaz
- Productora: Como Dios manda la película AIE, Atresmedia Cine, Áralan Films Distribuidora: Warner España.
- Género: Comedia
No me parece una película para niños de ocho años.
No me disgustó. Es para pasar un rato.
Fui con mi nieto, su mamá y mi esposa. Deberían advertir que no es un tema para niños.
En conclusión, tenemos que explicar al menor algunos temas que vio en la película cuando todavía cree en los Reyes Magos.
El principio está bien, que es lo que se ve en el trailer, luego te quieren meter la política, el día del Orgullo, vamos lo de siempre adiestradora de mentes, cualquier escusa es buena para la causa. Acabas aburrido de tanto arcoíris.
Está película es un auténtico bodrio, no ves el momento de salir del cine. Acabas hasta las narices de tanto adoctrinamiento, con niños, niñas, niñes y toda estas coses.
Critica maravillosa a este bodrio que parece que tiene como objetivo el adoctrinamiento progre más que el humor . La primera parte tiene algo de humor para que te relajes y luego ya te meten el social comunismo en vena …