Crítica de ‘Ane’ de David Pérez Sañudo
Ama, nunca llegaremos a entendernos
Puntuación ⭐⭐⭐⭐✪ (4/5)
Ane es una película dirigida por el director vasco, David Pérez Sañudo; siendo esta su ópera prima. Una película que ganó el premio del cine vasco, en el pasado Festival de Cine de San Sebastián. Fue sin duda una de las películas más sonadas durante el festival, por la gran historia personal que nos cuenta. Si tuviéramos que describir brevemente a esta película, podríamos llegar a decir que ante todo, es la historia de una madre y una hija. Ane se estrenará en las salas de cine españolas, el próximo 20 de Octubre.
La cinta tiene lugar en el País Vasco en 2009, durante la construcción del tren de alta velocidad. Lide interpretada por la maravillosa Patricia López Arnaiz, trabaja en la construcción de dicho tren; algo que en su momento, suscitó mucha controversia dentro de la sociedad vasca. Por otro lado tenemos a Ane, su única hija, que repudia a su madre por venderse según ella al “estado español” y privar la libertad del pueblo vasco.
Esta confrontación se hace muy latente en toda la película, pero que va dando vaivenes y giros de tuerca, a medida que va transcurriendo la trama.
Póster de la película Ane
Por otro lado tenemos la trama secundaria, con el personaje de Mikel Losada. Él interpreta a Fernando, el padre de Ane y exmarido de Lide. Entre la expareja también existe un cierto rencor reciproco, que hará que las situaciones que se vayan presentando, vayan cada vez más al límite. Este elemento de la película es tratado con suma delicadeza por parte del director, ya que hace que los personajes no se recreen en su odio hacia el otro, sino que vayan pasando por distintas fases continuamente.
Volviendo a la trama principal, lo que hace de Ane una obra tan sorprendente, es debido al gran conocimiento que tiene el director sobre el aspecto que quiere retratar y a su vez, la gran naturalidad con la que nutre su historia. Juega con polos opuestos en lo que se refiere a construcción narrativa, desde lo minimalista a lo social. Por eso podemos decir con claridad, que el guion de Ane hace que el resto de elementos de la película fluyan entre sí.
La dirección de David Pérez Sañudo es osada, a la vez que consciente en todo momento del rumbo que está tomando la cinta. Contiene muchas tomas interesantes, donde predomina la cámara en mano y primeros planos de los personajes. No fuerza la acción pese a tenerla; por ejemplo, en la escena en la que Lide se está preparando algo de comer en su piso. A veces una acción cotidiana como prepararte un bocadillo, puede ser más reveladora que una escena donde se presencia un tiroteo.
Trailer: Crítica de Ane 2020
Por tanto es una película que se toma su tiempo, pero que para nada llega a ser aburrida. Comienza presentándonos a esa familia desestructurada y el conflicto interno que se vive dentro de cada uno; especialmente, entre Ane y su madre. Se abordan temas muy interesantes, como el de la confianza dentro del entorno familiar. ¿Después de todas las decepciones que han tenido, serán capaces de confiar otra vez la una en la otra?
Es una de las preguntas que flota en el aire y que va destensándose y volviendo a tensarse a cada instante. A pesar de que Ane puede parecernos la típica adolescente malcriada, podemos llegar a ver ese conflicto que la consume por dentro. Una complejidad que enriquece al personaje y que enfatiza el problema con su madre. Hay una incomunicación que ninguna de ellas quiere, pero que tampoco saben cómo salir de ella.
Es una cinta que deja un sabor desolador, por cómo se presenta esta relación materno-filial. Patricia López Arnaiz, hace el mejor papel de su carrera hasta la fecha y que bien podría valer un Goya en la próxima edición. Es descomunal por todos los registros interpretativos por los que pasa su personaje, desde la rabia incontrolable hasta la amargura más febril. En definitiva, Ane es una de las grandes películas vascas de los últimos años y de la que muchos se llevaran una grata sorpresa al verla. Mezcla diferentes aspectos narrativos, que la hacen sumamente interesante y digna de ver.
Pocas veces en el cine español, se ha retratado una relación materno-filial de una forma tan realista y cruda, como lo hace David Pérez Sañudo con este largometraje. La inteligencia y osadía de su ópera prima, le augura un gran futuro como realizador. Solo queda decir que tras su triunfal paso por Donosti, esperamos que el resto de España se enamore también con la historia de esta madre y esta hija abertzale.